“Fue uno de los años más lindos y emotivos de mi carrera. Conseguí el título con Nueva Chicago, que después llegó a Primera, y luego vino el ascenso con Flandria, una alegría muy grande para el club que necesitaba recuperar la categoría. Lo logramos meritoriamente y, en lo personal, fue importante porque quiero mucho a la institución y conseguir algo así te gratifica”. El 2014 le deparó momentos inolvidables a Andrés Montenegro. Vigente a los 36, el delantero fue partícipe fundamental de dos ascensos consecutivos. La vara quedó alta de cara al comienzo de una nueva temporada, pero no amilana a un futbolista de extensa trayectoria, que se planteó rápidamente objetivos concretos para alcanzar con Flandria.

La solidez defensiva y la contundencia frente al arco rival posicionaron al conjunto de General Rodríguez en su regreso a la B Metropolitana. Dos triunfos y seis empates mantienen el invicto de los dirigidos por Felipe De La Riva, que también participarán por primera vez en la Fase Final de la Copa Argentina. Los sufridos triunfos por penales ante El Porvenir y Almirante Brown le permitirán enfrentarse a Atlético de Rafaela en 32avos. “Flandria nunca había llegado tan lejos en el certamen, así que tenemos el compromiso de seguir avanzando”, sentenció.

“La responsabilidad de continuar en la Copa es grande. Motiva mucho enfrentarse a rivales de Primera”, agregó Montenegro, surgido de las inferiores de Vélez. En 2000 partió a Aucas de Ecuador y, desde entonces, vistió las camisetas de Deportivo Morón, Audaz Octubrino (Ecuador), Brown de Adrogué, Pievigna Calcio (Italia), Acassuso, Defensores de Belgrano, Estudiantes de Buenos Aires y Temperley, además de los mencionados pasos por Nueva Chicago y Almirante Brown. El punta transita su tercera etapa por Flandria (también estuvo en la temporada 2001-2002 y desde 2008 hasta 2010).

Montenegro cree que, si bien es un hecho destacado haber sostenido el invicto durante las primeras ocho presentaciones de la B Metropolitana, el equipo debe animarse a más: “Sirve para la confianza, pero a su vez sentimos que debemos mejorar. Sólo conseguimos dos triunfos. Hay un proceso de adaptación lógico, es un plantel nuevo que mejorará con el tiempo. Somos un conjunto difícil para los rivales, pero necesitamos seguir sumando para que adquieran valor los empates conseguidos. En un comienzo, el objetivo es engrosar el promedio. Recién cuando comience la segunda rueda apuntaremos hacia alguna meta más compleja. Personalmente, pienso que tenemos un equipo para ilusionarnos”.