Historias de vida

“Esto simboliza todo lo que viví por Huracán”

Brian Padilla, hincha de Huracán, se tatuó la Copa tras ser campeón image1 Brian Padilla, hincha de Huracán, se tatuó la Copa tras ser campeón image2 Brian Padilla, en Formosa cuando Huracán jugó ante Estudiantes por Cuartos de Final image3 Brian Padilla, en San Juan cuando Huracán jugó ante Boca por 16avos. de Final image4 image5

La pasión del hincha no tiene límites y si alguno tiene dudas sobre eso, que repase la historia que el Sitio Oficial contará a continuación. Brian Padilla, fanático de Huracán, se tatuó la Copa Argentina tras la obtención del trofeo en San Juan. El mismo también tiene los guantes de Marcos Díaz. “Mi vida pasa por este club. Siempre soñé con verlo campeón. Me dicen que estoy loco, pero muchos no entienden esto”, afirmó el joven.

El hincha sostiene a su club con su fidelidad, su pasión, y también, con sus locuras. El fanatismo puede exceder cualquier límite y el amor por los colores es, para algunos, la razón de su existir. Que lo diga sino Brian Padilla, quien hizo conocer su historia a través de las redes sociales tras cumplir una promesa luego de que Huracán se llevó la Copa Argentina. En medio de la euforia que le produjo lo hecho por el Globo durante la campaña en el torneo integrador, prometió que se tatuaría el trofeo en caso de ser campeón. Terminada la Final ante Rosario Central, puso manos a la obra, dispuesto a cumplir lo anunciado.

“Lo hice por varias cosas. Principalmente, para que se vea lo que significa Huracán en mi vida. Recién voy por la primera sesión. Me faltan tres más y la idea también es ponerle el escudo del club”, afirmó Brian, quien tiene 22 años, es de Parque Patricios, es socio del club y trabaja en Aerolíneas Argentinas. “Mi vida pasa por Huracán. Voy siempre de local y de visitante, camuflado (risas)”, contó el protagonista de esta increíble historia de amor por su club, que recibió el legado de parte de su familia: “Mi viejo me dijo que estaba loco, pero que me bancaba a muerte. Cuando ganamos la Copa, yo estaba en San Juan y lo primero que hice fue llamarlo por teléfono. Lloramos juntos durante varios minutos”.

El tatuaje empezó a ser un hecho días después de la consagración. Padilla tiene la idea de que el mismo llegue hasta el codo y recorra medio brazo y antebrazo: “También quiero hacerme una camiseta con el número 4 de Erramuspe. En medio de la locura en Formosa, prometí que lo haría cuando metió su penal. Mi hermano me dice que ahora no me puedo echar para atrás. Y no lo voy a hacer”.

Brian Padilla siguió desde cerca toda la campaña de Huracán en la Copa. Sólo faltó ante Crucero del Norte, en Arsenal, ya que ese día el encuentro se disputó a puertas cerradas: “Estuve en San Juan y en Formosa. También había ido a Catamarca cuando perdimos con Excursionistas, y ya había estado en San Juan contra Racing de Olavarría y Godoy Cruz, por la edición pasada. A veces es difícil de explicar esta pasión. Sólo los que lo vivimos podemos entenderlo”.

“Voy siempre a la cancha porque me hace muy mal verlo por televisión. Viajo siempre al Interior y seré el primero en alentar al equipo en Perú, cuando juguemos contra Alianza Lima por la Libertadores”, afirmó Brian, quien dijo que de ahora en más, empezará a ahorrar para viajar al exterior: “No pienso gastar plata para mi cumpleaños ni para nada. Todo lo que gane de ahora en más será para ese partido”.

Su frase de cabecera es “Nos merecemos bellos milagros y ocurrirán”. Quiere inmortalizar esas palabras en su piel para que todos comprendan lo que significó para él ver a Huracán como ganador de la Copa Argentina. Su padre le había dicho que ambos verían al Globo campeón y el destino le sonrió. Para él, no hubo mejor manera de expresar su felicidad. “La Copa que algunos ningunean y que muy pocos pudieron ganar, nosotros ya la tenemos en la vitrina. Eso no tiene precio”, cerró.

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