Historias de vida

"La experiencia en Vietnam fue muy positiva"

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Alejo Gelatini se asentó en Deportivo Roca luego de superar pruebas de fuego en países en los que el fútbol mantiene cierto espíritu amateur. El volante tiene su lugar en la Argentina tras un paso intenso por Tiro Federal en Primera División e intentará brillar en la segunda edición del torneo federal tras haber quedado a un paso de pasar a los 32avos. de final con el conjunto rionegrino. A continuación, su historia.

La capacidad para emprender viajes hacia lugares exóticos y no morir en el intento es uno de los puntos fuertes de Alejo Noé Gelatini. El destino lo llevó a desplegar sus capacidades futbolísticas por países que aquí, en la Argentina, generan una sonrisa y un signo de interrogación. Tras un paso auspicioso por Tiro Federal en Primera División, recaló en Armenia. Luego pasó por Vietnam e India. Hoy juega en Deportivo Roca e intentará ser protagonista de la Copa que se llevó Boca en su primera edición. Con su equipo estuvo a punto de hacer historia, pero Guaymallén le quitó el sueño y lo sacó de la competencia en la fase anterior a la que empezaron a intervenir los clubes de Primera División.

“Comencé mi carrera profesional en la B Nacional con la camiseta de Tiro, pero fui prestado a 9 de Julio de Rafaela para ganar minutos en un torneo competitivo como el Argentino A”, se presentó Gelatini, quien amplió: “Tuve la suerte de que ascendimos a la A cuando volví de la cesión. Jorge Solari me puso cuando tenía 21 años recién cumplidos. No me lo olvido más”, dijo el volante que supo conocerle el gusto a la Primera División en un partido que el conjunto rosarino ganó por 2 a 1 ante Instituto. “Fue el 9 de noviembre de 2005. El técnico me puso a los 17 minutos del primer tiempo por la lesión de Hernán Buján. Pude darle a una asistencia a Javier Campora”, rememoró, emocionado.

Tras el auspicioso comienzo, la carrera de Gelatini dio un inesperado vuelco. Las buenas actuaciones en los partidos siguientes posibilitaron que Solari le diera la posibilidad de ingresar ante el Boca puntero de Alfio Basile. Sin embargo, no tuvo la mejor de las actuaciones: “Entré en el complemento pero no logré sobresalir. Sin embargo, recuerdo haber probado dos veces de media distancia a Roberto Abbondanzieri”, comentó. El 0-0 final ante quien sería el futuro campeón fue uno de los 14 partidos que Alejo disputó en la máxima categoría.

La temporada 2005-2006 no solo decretó el descenso de Tiro Federal, sino que también fue una sentencia para Alejo Gelatini: era el momento de buscar nuevos horizontes. “Me salió la oportunidad de irme a jugar al FC Gandzasar de Armenia, un club fundado en 2004”, dijo. Para el volante, la experiencia resultó enriquecedora en lo personal, pero pobre en lo futbolístico. “Firmé un contrato por 8 meses pero me volví al tercero. El técnico no me dio oportunidades”, manifestó.

A continuación, regresó a Argentina para probar suerte en Central Córdoba de Rosario y Americano Pellegrini de Santa Fe, y luego, una segunda prueba en un fútbol aún más extravagante que el armenio. “Un amigo me comentó que un empresario llamado Mauricio Giganti llevaba jugadores a la segunda división de Vietnam. La verdad es que me la jugué y fui. Pudo haber salido bien o mal, pero por suerte fue una experiencia muy positiva. Crecí mucho como persona”, afirmó Gelatini, quien vivió en la pensión del club ACB Hanoi junto con todos sus compañeros. En lo futbolístico, el volante contó: “El juego en Vietnam es muy desordenado en lo táctico, aunque no son malos en lo técnico”. Además, remarcó: “Son muy puntuales para pagar. Yo ganaba 4.000 dólares por mes y cada principio de mes los tenía en la caja de ahorro”.

Siempre es una incógnita conocer como se desenvuelve una cultura tan exótica como la vietnamita. Alejo lo manifestó: “Es una sociedad muy amante de sus costumbres. Desde que ocurrió el tema de la guerra, su sentido de pertenencia aumentó considerablemente”. Y contó una anécdota: “Cuando paseaba por el centro, veía a los perros asados listos para comer. Sí, perros, nuestros perros aunque parezca de locos. Me causaba una sensación horrible, pero entendía que tenía que habituarme a sus prácticas”. Además, recordó una vivencia increíble en medio de un partido. “Fui al banco de suplentes, miro para mi derecha y tenía a un compañero mío fumando un cigarrillo. Eso delata como tomaban ellos el fútbol. Tenían un gran espíritu amateur”.

Tras el paso por Vietnam, llegó una nueva escala antes de regresar a la Argentina. “Se me presentó la oportunidad de hacer una prueba en el club Churchill Brothers de la India”. Es pregunta obligada consultarle acerca de las vivencias, aunque Gelatini prefiere obviar el tema y pasar al próximo. “Pasa que no la pasé bien en lo futbolístico ni en lo adaptativo. Llegué mal físicamente y me volví rápido. Aunque sí puedo decir que vi mucha pobreza. Aparte, no soporté el calor”, recordó.

Tras un segundo paso en el Americano Pellegrini, Gelatini recibió la propuesta para integrarse a las filas del club Deportivo Roca, club de la provincia de Río Negro que militaba en el Argentino B. “Fue en junio del año pasado. Acepté por dos razones: sabía que no tendría inconvenientes para adaptarme a la ciudad tras haber pasado por lugares tan exóticos, y yo creía interiormente que debía volver a la Argentina para recuperar el terreno perdido luego de haber jugado en el exterior". Al hombre con pasado en Tiro Federal el experimento le resultó positivo.

Las instituciones del Interior ya se han convencido de que la Copa Argentina puede servir de herramienta para pegar el salto al estrellato o al reconocimiento popular. Alejo también lo cree: “Para los futbolistas del Argentino B esta es una oportunidad de conseguir prestigio. Si hablo de mi caso en particular, creo que todavía puedo pegar el salto a un equipo más importante. Sé que tengo las condiciones”. El andar de Deportivo Roca en la Copa fue impecable hasta que Guaymallén lo dejó afuera del torneo en la Cuarta eliminatoria. Su hubiera pasado, podría haber tenido la posibilidad de enfrentar a alguna institución de Primera División; el equipo que lo eliminó fue rival de Deportivo Merlo, semifinalista del certamen.

Si hay algo que se le debe destacar a Gelatini, es su capacidad ante los desafíos y su perseverancia. No se quedó en los recuerdos de la Primera División con Tiro Federal, sino que continuó su camino por lugares en los que el fútbol no es el de la tapa de los diarios. Se quedó a mitad de camino en la primera edición de la Copa, pero buscará imponerse en la segunda.

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