Historias de vida

Primero hay que saber sufrir

Nahuel Rodríguez

Nahuel Rodríguez, defensor de Central Córdoba de Rosario que trabajó en un corralón de construcción, jugó ante Boca por los 16avos de final de la Copa Argentina.

Nahuel Rodríguez, de 25 años, tiene claro que para llegar primero hay que sufrir. Y si bien por su edad, está lejos de tararear las estrofas del tango Naranjo en Flor intrepretado por el Polaco Goyeneche, su vínculo con el fútbol tributa la canción. El joven defensor de Central Córdoba de Rosario esperó el choque con Boca y lo vivió con toda la intensidad.

El joven oriundo de Pérez, ciudad distante a 20 kilómetros de Rosario, hizo referencia a sus orígenes: "Desde chico hasta los 17 años jugué en el club de mi pueblo, Mitre de Pérez, en la Liga regional Rosarina. En el campeonato participan Newell's y Rosario Central. Después de enfrentar más de una vez al Canalla, el señor Ernesto Díaz me llevó al club. Estuve hasta los 21 años aunque al final me dejaron libre". Sin rencor y consciente de lo difícil que es llegar a Primera, Nahuel agregó: "Venía bien pero no me tocó. Tuve de compañeros a Braghieri, Valentini y Zelaya. Igual no bajé los brazos porque Central es grande y sólo llegan unos pocos".

En el medio del presente en Central Córdoba de Rosario y el pasado frustrado en Central, Nahuel Rodríguez tuvo que poner manos a la obra para mantener la ilusión de poder reinsertarse en el mundo del fútbol: "Volví a jugar en Mitre de Pérez y me puse a trabajar en una fábrica de materiales de construcción. Como jugador en el laburo era polifuncional (risas). Hacía de todo, desde soldar, armar carretillas, barrer, lo que te imagines", contó con orgullo.

De la vuelta al equipo de su pueblo, a la Liga Casildense por 6 meses, hasta la prueba en Central Córdoba de Rosario, sin escalas: "Fue todo muy rápido. Primero decidí retornar al club de mis afectos. Después surgió la posibilidad de probar suerte en el torneo de Casilda y, a partir del llamado de los entrenadores José Colatti y Marcelo Vivas, me fui a probar al Charrúa y quedé", enumeró Rodríguez.

Nahuel empezó a caminar por la vereda del sol. Si bien ya no viaja de Pérez a Rosario (ciudad situada a 20km.) en auto porque con su viejo decidieron ponerlo a trabajar de remis, hoy pudo dejarle el laburo del corralón de construcción a su hermano.

Amigo del actual jugador de Argentinos Juniors Marcos Figueroa, Nahuel vivió una jornada emocionante pese a la derrota con Boca y no lo olvida.

 

 

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