"Es un sueño estar en cuartos de la Copa del Rey"
Pablo Infante es el goleador del torneo y juega en el Mirandés, humilde club de Segunda B que viene de eliminar a Villarreal y Racing de Santander. El delantero se entrena por las noches y trabaja como empleado bancario durante el día.
Los organizadores de la Copa del Rey no se equivocan. Ese nombre ignoto que se ubica en la cima de la tabla de goleadores del certamen, es el máximo referente de la cenicienta del torneo. El Club Deportivo Mirandés, de la Segunda B (equivalente a la Tercera División de la Argentina), ya está en los cuartos de final de la competencia gracias al aporte de Pablo Infante Muñoz, quien es el máximo anotador con cinco tantos.
Allí, en la cumbre, no están Cristiano Ronaldo, Lionel Messi o Gonzalo Higuaín. Quien aparece es Infante, delantero de 31 años que juega en el Mirandés desde 2005, y que trabaja como empleado bancario. Lo que se dice, un verdadero sacrificado del fútbol y de la vida.
Quienes lo conocen dicen que podría estar en un club de mayor envergadura. Él, con la humildad a cuestas, afirmó tras eliminar al Racing de Santander que "en esta vida hay que perseguir la felicidad. Estoy muy a gusto en el club. Me siento apreciado y valorado”.
La mente de Infante se divide entre las obligaciones que acarrea su empleo bancario, y la gran campaña del club Mirandés, que ya está entre los ocho mejores de la Copa del Rey tras superar al Villarreal y Racing de Santander, entre otros. "Es un sueño estar en los cuartos de final. Era algo que nunca se había conseguido en 85 años de historia y ahora lo estamos viviendo", declaró. "Es para estar orgullosos. Realmente estamos viviendo algo impresionante, un sueño. Ojalá se alargue".
Pablo Infante llegó al Mirandés para darle al club el reconocimiento que precisaba. Allá por 2005, arribó tras jugar en el Arandina FC, y cuatro años después, le dio al conjunto de camiseta roja el histórico ascenso a la Segunda B. Hoy, el Rojillo está entre los mejores de España luego del inesperado pase a la próxima fase. Pese a que Espanyol de Barcelona, el rival que se le viene, también se sitúa en la máxima categoría, el conjunto dirigido por Carlos Pouso no está tan lejos del record conseguido por el Figueres, único equipo de tercera en alcanzar las semifinales de la Copa del Rey, allá por 2002.
La participación del hombre de 31 años es, hasta ahora, impecable. Los equipos de Primera División tiemblan cuando salta al campo porque sus actuaciones ante ellos han sido sorprendentes: por los dieciseisavos, le anotó al Villarreal en ambos partidos. Por octavos, ante Racing, convirtió uno de los goles del 2 a 0 de la ida, y puso el empate en la vuelta.
Pensando a futuro, el jugador que también pasó por Racing Lermeño y Río Vena, sentenció: “Me gustaría jugar una final con Barcelona o Real Madrid. Igual, nuestro mayor sueño es ascender a Segunda. El Mirandés está creciendo y se lo merece”. Con relación a las posibilidades de cambiar de aire, comentó que “amo este club y por eso beso su escudo cada vez que marco un gol. No pienso en irme”.
La Copa Argentina demostró que las sorpresas están a la orden del día. Que lo digan Riestra, Santamarina, Sportivo Belgrano de San Francisco y Excursionistas. La Copa del Rey, certamen español con gran tradición, no se quedó atrás y le dio vida al humilde Mirandés, tal como lo hizo en algún momento con el Alcorcón, conjunto que saltó a la fama por ganarle 4 a 0 al Real Madrid. De la mano de Infante, el sueño continúa.
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