Un gesto incomparable
Ariel Giaccone tuvo que tomar una drástica decisión para salvar la vida de su hija: le donó un riñón, motivo por el cual abandonó la práctica profesional de fútbol. El ex delantero de 36 años nos contó su historia, y además, opinó acerca de la creación de la Copa Argentina.
Hay momentos en que las personas deben tomar decisiones muy importantes, que los marcarán en el resto de sus vidas. En este caso, Ariel Giaccone, delantero de 36 años con pasado en clubes de Argentina (Ferro y Belgrano, entre otros), Bolivia y Ecuador, se encontró con un duro e inesperado problema. Su hija Gabriela, de sólo 19 años, necesitaba un riñón para continuar con vida. Al hacerse los estudios y ser compatible para la donación, el oriundo de Córdoba no dudó ni un instante y salvó la vida de su primogénita, sabiendo que de esta manera no podría continuar su carrera profesional.
“No lo dudé ni un segundo tras conocer los resultados de los análisis. Era muy duro para su madre y para mí verla así. Ella estaba en la lista de espera del INCUCAI, pero cada vez tenía menos ganas de ir a diálisis”, expresó Ariel, emocionado al recordar lo que debieron pasar. La dramática situación de Gabriela cada vez que debía ir a hacerse el tratamiento lo hizo tomar la decisión. “Me escapaba para estar con ella las cuatro horas que duraba la recuperación. Verla conectada a esa máquina me destrozaba”, agregó.
La fecha del trasplante fue el 6 de diciembre, en el Sanatorio Allende de la ciudad de Córdoba. “Apenas me desperté, lo primero que hice fue preguntar cómo estaba mi hija, ya que la habián aislado en otra habitación. La noticia positiva me llenó de alegría, a tal punto que no paraba de llorar”, recordó quien ya venía meditando la posibilidad del retiro. “Estaba jugando en una liga semi amateur de mi provincia (la Liga Regional de San Francisco), en el club Asociación Porteña. Así que prácticamente mi carrera futbolística estaba cerrada”, manifestó.
Una de las cosas que más sorprendió a Giaccone fue que varios ex compañeros se contactaron con él cuando se enteraron de la noticia. “Me llegaron a llamar amigos de la pensión de Ferro. También jugadores con los que había compartido plantel en Belgrano, como Matías Marchesini, Juan Carlos Olave y hasta el técnico (Mario Griguol). Ahí arreglamos y nos juntamos a comer”, relató. Tras retirarse de la actividad, el ex atacante ocupa más horas en un proyecto que tiene hace años: una escuela de fútbol llamada Indio Navarro, en homenaje a un arquero de fines de los 70’. “La idea es formar jugadores, no sólo como futbolistas, sino en la parte humana. Estamos jugando en la Liga Rafaelina”, contó.
La creación de la Copa Argentina lo puso contento a Ariel, ya que reconoce que su provincia es muy futbolera. Es por eso que una competencia de este estilo genera algarabía en los hinchas. “Este torneo es algo impresionante para nuestra ciudad. Particularmente, yo lo anhelaba desde hace muchísimo tiempo. Es un evento histórico”, resaltó quien conoce a Daniel Primo, entrenador de Sportivo Belgrano (rival de River en los 16avos. del certamen), desde hace una década, cuando estaban en Belgrano: “Me identifico con su trabajo, es un gran técnico. Hay que ir a apoyarlo contra River, voy a viajar a Catamarca para ver el partido”. Además, describió al Verde, equipo del Argentino A: “Es un conjunto sólido, sabe a lo que juega. Tácticamente es sólido tanto para atacar como para defender. Tiene grandes jugadores como Juan Pablo Francia, Vojvoda y Aróstegui.”
Sin duda alguna que la vida de Giaccone estará marcada por el gesto de amor que tuvo hacia su hija, fruto de su primer matrimonio (tiene tres más con su actual esposa, Laura). Él lo sabe, y no oculta la desenfrenada alegría por ver a Gabriela sana y recuperada. “Hoy la veo bien, con nosotros, y me explota el corazón. Es algo impagable y hermoso”, cerró así el delantero, que viene de marcar el gol más importante de su vida.
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