Las mil y una caras de Fátima Florez
La actriz protagoniza “Plan TV” por Canal 13 y en breve trabajará con Jorge Lanata, por la misma señal. Como fanática de Boca admitió que gracias al torneo conoció a Sánchez Miño, uno de sus favoritos, y reconoció "me gusta la idea de la Copa".
Fátima Florez tiene la facilidad de hacerle creer al público que está frente a los personajes más diversos. Con sólo verla actuar, el espectador se puede sentir delante de Nacha Guevara, de Moria Casán o de la mismísima Madonna.
Un defensor elegante y con oficio, cuando parece que la jugada lo apremia, se las ingenia para salir jugando sacando "un conejo de la galera". Vale echar la vista atrás, y recordar algún quite quirúrgico de Juan Simón para definir de quién estamos hablando. El ejemplo del Don Juan del área viene a cuento de la simpatía de Fátima por el Xeneize, pero también por su facilidad para sacar personajes de su "galera". La rubia, mujer dueña de la interpretación de varias mujeres del espectáculo, reveló cómo le nació la pasión por Boca: "Es una consecuencia de mi inteligencia precoz, ja. Y eso que en mi casa nadie es de Boca. Tal vez el cariño por lo que hago y la garra que puse para llegar, me emparentan con Boca".
Ante la consulta sobre el nacimiento de la Copa Argentina, Fátima expresó: "Me gusta la idea. Creo que si hoy conozco a Sánchez Miño y Pol Fernandez, es por el lugar que les dio el torneo".
Entretenida con la charla futbolera, la talentosa imitadora confesó los jugadores que la deslumbran: "No descubro nada si digo Maradona y Messi, pero es la realidad. Ellos hicieron cosas que son difíciles de creer". Algo así como hacer el ejercicio de cerrar los ojos, cuando la rubia juega a ser Shakira.
Fátima contó el día más feliz que vivió en una cancha: "La tarde que Argentina le ganó a Brasil 3 a 1 con una actuación memorable de Riquelme, por las eliminatorias para Alemania 2006. Que felicidad por Dios. No te puedo describir como gocé ganarle a Brasil".
La multifacética Fátima Florez, una bella y simpática mujer, que de a poco se hizo un lugar en el espectáculo con sus mil y una caras.
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