El sueño más común que tienen los jugadores de fútbol es llegar a Primera División, lugar que consideran un premio por el enorme sacrificio que realizaron en el camino. Otros, más osados, se ilusionan con poder llegar a jugar en Europa, o incluso en la Selección. Sin embargo, Nicolás De Bruno tiene un deseo que está más relacionado con lo emocional: poder jugar junto a su hermano Luciano, volante de 33 años que transita los últimos años de su carrera futbolística.

“Si bien me gustaría volver a jugar en Primera (disputó cuatro encuentro con Huracán en 2009), mi sueño es compartir algún partido junto a mi hermano. Sé que es difícil, porque él está concluyendo su carrera en Tiro Federal y probablemente este sea su último año, pero no pierdo las esperanzas”, se ilusiona Nicolás, quien curiosamente empezó su carrera en el Coquimbo de Chile, tras haber realizado las inferiores en Rosario Central.

Luego de su etapa en Chile, y un efímero paso por El Porvenir, De Bruno emigró a Perú, país donde encontró su lugar en el mundo futbolístico, más precisamente en Juan Gálvez. Al respecto, el enganche dijo: “Descubrí que los equipos de allá juegan un fútbol de alto vuelo, en el que pude mostrar mis condiciones con mayor libertad. Acá se lo subestima a los clubes peruanos, pero su torneo es apasionante”.

Su interesante nivel en el conjunto de Chimbote lo catapultó de regreso a nuestro país para cumplir su deseo de debutar en Primera División. Ángel Cappa, entrenador conocido por proponer un juego lírico en sus equipos, lo llevó a Huracán tras pasar un par de pruebas. “Aunque no pudimos tener los resultados esperados, fue un paso muy importante para mí por haber sido dirigido por un técnico de tanta experiencia como él”.

Al finalizar su semestre en el equipo de Parque Patricios, el mediocampista de 24 años estuvo una temporada en libertad de acción hasta que firmó con Central Córdoba de Rosario. Ahí milita actualmente, un conjunto de Primera C que está peleando por volver a la B Metropolitana. Esperanzado por el presente del club, De Bruno agregó: “Ojalá que sea el año del ascenso, nos preparamos todos los días para eso. Hay muy buen material.

Además, el futbolista explicó lo dificultoso que es jugar en una categoría casi amateur, en el que la mayoría de los futbolistas tiene otro trabajo para mantener a su familia: “Por suerte yo me mantengo con lo que gano del fútbol, que no es mucho. Es mi pasión y trato de vivir de eso, pero conozco a varios compañeros que tienen un trabajo aparte para poder seguir jugando. Es duro”.

Con respecto a la Copa Argentina, De Bruno reconoció que es muy positiva para los clubes del interior porque “les permite mostrarse a todo el país, un hecho muy importante para los jugadores de estas categorías”.

Si bien se ilusiona con seguir avanzando en la competencia y llegar a medirse con los clubes más importantes del país, sabe que el choque ante Boca Unidos será muy complicado. Igual, confía en sus condiciones y en la de sus compañeros.El volante se expresó acerca del cruce que se disputará este martes en el estadio Centenario de Chaco: “Será un partido muy duro, ya que ellos vienen bien en la tabla. Espero que podamos superarlos y continuemos en la Copa”.