La edición 2015-2016, que tuvo a Lucas Alario como máximo anotador con siete, es la única temporada de la Copa Argentina que finalizó con un jugador de Primera División como goleador. La presente competencia mantiene la tendencia, ya que Luis Silba alcanzó a Héctor Rueda en el liderazgo al convertir su quinto gol justamente contra River, el equipo que cobijó a Alario en su actuación destacada. De todas maneras, el delantero de Sarmiento de Resistencia vio el final de su ilusión por consagrarse al caer por 3-1 en el estadio Malvinas Argentinas de Mendoza.

Más allá de un sorpresivo paso inicial por Rampla Juniors de Uruguay, Silba vistió camisetas de distintos representantes del Ascenso local. Sus primeros dos goles en la Copa Argentina se produjeron durante su etapa por San Martín de Tucumán, ya que fue la principal figura de la victoria por 3-1 sobre Atlético Famaillá (Cuarta eliminatoria Zona Interior 2012-2013). El reencuentro del delantero de 28 años con la red en el certamen integrador recién se daría en la recordada actuación de Sarmiento de Resistencia. Chaco For Ever y Crucero del Norte fueron los rivales que padecieron su contundencia en las instancias preliminares.

Si bien no logró convertirle a Racing en 32avos, su labor de desgaste en la pelea contra los marcadores centrales de uno de los protagonistas de la Superliga generó el interés de un equipo de la B Nacional como Temperley. Inconvenientes en la transferencia generaron su permanencia en Sarmiento y la continuidad de un rendimiento superlativo en la Copa Argentina. Un derechazo potente para sellar el triunfo ante Unión de Santa Fe en 16avos antecedió el penal que abrió la victoria contra Atlético de Rafaela en la ronda siguiente. La historia con River fue distinta y tuvo final triste para el Decano. A tono con su equipo, Silba malogró una ocasión muy clara que pudo haber orientado el destino hacia un rumbo opuesto: pifió un zurdazo dentro del área con el encuentro empatado. El descuento, por intermedio de un remate desde los doce pasos, suavizó el sabor de la derrota al permitirle ser uno de los líderes anotadores en la presente edición.