Cinco años después de llegar a Talleres, Pablo Ortega conoció las sensaciones de una pretemporada con el plantel profesional. La Copa Argentina fue especial para el volante: le permitió la oportunidad de debutar el 23 de octubre de 2014. Emanuel Reynoso, actualmente en la búsqueda de consolidarse como titular en Boca, lo reemplazó a los 65 minutos del empate por 2-2 contra Alumni de Villa María, correspondiente a la Primera eliminatoria Grupo A Zona Interior. Pese a convertir cinco tantos en sus primeros 18 encuentros con la camiseta del conjunto cordobés, le costó tomar continuidad y se fue a préstamo a Tlaxcala de México. Su segunda etapa en el Matador no trajo demasiados cambios, así que apostó por viajar a Santiago del Estero para defender la camiseta de Central Córdoba.

Aquella decisión le trajo réditos, ya que Gustavo Coleoni lo consolidó como titular en el sector derecho del mediocampo. Ortega pagó con grandes actuaciones, desequilibrio y aporte ofensivo. Marcó siete goles en la temporada y fue una de las piezas fundamentales del conjunto que se convirtió en el primero desde 1997 en regresar a la B Nacional la temporada posterior al descenso (Gimnasia de Concepción del Uruguay y Juventud Antoniana fueron los últimos). “Fue una alegría enorme, uno de los días más felices de mi vida. En los últimos partidos se me había dado de convertir goles importantes, sobre todo este ante Defensores de Villa Ramallo, quedará en el recuerdo por el ascenso”, sostuvo sobre el triunfo por 2-1 que decretó el título para el Ferroviario.

“Fue una fiesta y un desahogo gigante, como el recibimiento espectacular que vivimos cuando comenzó. La gente pudo ingresar a la cancha a celebrar con nosotros, como jugadores somos privilegiados por haber disfrutado de un momento así”, expresó el futbolista nacido en Villa Dolores (Córdoba) hace 23 años. “Creo que me sirvió mucho en mi carrera porque tuve la oportunidad de mostrarme y cumplí los objetivos, tanto de forma personal como grupal”, agregó sobre su etapa a préstamo en Central Córdoba, que caducará en junio. “El club tiene la opción de comprar mi pase. Si no, volveré a Talleres, pero mi objetivo es jugar en alguno de esos dos equipos. Quiero demostrar que puedo subir de categoría”, remarcó.

Un remate que venció a Julián Espeche le permitió a Ortega convertir el primer tanto de Central Córdoba en la presente campaña de la Copa Argentina. San Lorenzo de Catamarca fue el primer rival que derrotó el conjunto de Santiago del Estero en camino a la Fase Final (el restante fue Unión de Villa Krause). Vélez asoma como un duro contendiente en los 32avos, instancia nunca superada por la institución. “Es una gran oportunidad para nosotros y el club. Es un desafío importante. Quedó demostrado que los equipos de categorías inferiores pueden dar la sorpresa y lucharemos por eso. Hay que representar a la institución como se merece”, expresó quien se describe como “un futbolista técnico, vertical y de manejo de pelota. Mi fuerte es mano a mano y asistir a mis compañeros. No tengo un espejo, soy yo mismo: trato de mejorar día a día y exigirme permanentemente para aprender cosas nuevas”.

“La clave del equipo estuvo en el estilo de juego que nos inculcó el cuerpo técnico desde el primer día. Todos supimos aportar, los que entraban lo hacían mejor todavía que el jugador que salía”, describió, sobre la fortaleza del equipo que supo consagrarse en el Pentagonal del Torneo Federal A al obtener tres triunfos y un empate. Además, valoró lo conseguido por su anterior equipo, Talleres, en la presente temporada por el certamen de la máxima categoría: “Lo seguí mucho porque mantengo varios amigos en el plantel. Es meritorio que siempre propuso su juego, ya sea de local o visitante. Eso lo llevó a conseguir resultados destacados”.