Para un futbolista surgido de las inferiores de un club, los momentos emocionales, tanto alegres como caracterizados por la tristeza, se viven de manera particular. Germán Pezzella debutó como profesional de River en la temporada 2011-2012, que quedará grabada a fuego en la memoria de los hinchas por haber sido la única que tuvo al Millonario en la segunda categoría. Dos años después, el marcador central transita su mejor etapa en el club: afianzado como valor de recambio de la dupla titular defensiva, apareció con un cabezazo perfecto en la Superfinal ante San Lorenzo y le dio otro trofeo al conjunto de Núñez.

“Aunque sea así puedo devolverle al club un poco de lo que me dio a lo largo de estos años. Siempre tuvimos la mejor predisposición y trabajamos para conseguir estos logros, gracias a Dios se nos está dando y hay que aprovechar”, sentenció el defensor de 22 años, oriundo de Bahía Blanca y autor del segundo tanto en su carrera, después de convertirle a Colón en el Inicial 2012. Ese torneo fue particular para él, ya que después de haberse asentado como titular y disputar el superclásico, sufrió la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha que lo marginó de las canchas por seis meses.

“Queremos pelear grandes cosas, es nuestro objetivo para el próximo semestre. Tenemos varios torneos en disputa y hay que llegar lo más lejos posible en cada uno de ellos. De a poco, logramos sacar adelante al club”, destacó Pezzella, con referencia al certamen local, la Copa Argentina, la Supercopa y la Sudamericana, un torneo que significará el retorneo de River al plano internacional luego de cinco años. “Hay que destacar el aporte de cada integrante del plantel, ya que tanto el primer titular como el último suplente pelean de la misma manera para lograr el crecimiento de la institución”, cerró.