Historias de vida

“Si no fuera por la Copa, nunca hubiera jugado contra un equipo de Primera”

Gentileza: Gustavo Farías / Dpto. de prensa Talleres image1 Gentileza: Gustavo Farías / Dpto. de prensa Talleres image2 Gentileza: Gustavo Farías / Dpto. de prensa Talleres image3 San Lorenzo 1 (5) - Barracas Central 1 (4) / Octavos de Final - Edición 2011-2012 image4 Atlético Policial 0 - Barracas Central 4 / 16avos. de Final - Edición 2011-2012 image5 Atlético Policial 0 - Barracas Central 4 / 16avos. de Final - Edición 2011-2012 image6 Lanús 0 (7) - Barracas Central 0 (8) / 32avos. de Final - Edición 2011-2012 image7

Con 38 años, Alejandro Orfila es uno de los referentes de Talleres de Remedios de Escalada, que se medirá con Cambaceres, el próximo jueves, por la Fase Inicial Metropolitana IV. El mediocampista uruguayo se refirió a sus participaciones en el torneo integrador (con Barracas Central llegó a los Octavos de la edición 2011-2012), a su carrera y a su relación con su compañero Mariano Campodónico: "Antes de compartir plantel conmigo me odiaba y ahora somos amigos, je".

El uruguayo Alejandro Orfila forma parte del fútbol argentino desde hace casi 15 años. Su carrera siempre estuvo ligada al Ascenso. En sus inicios como jugador subió a la Primera de Uruguay con Miramar Misiones. Y en 1999 arribó a la Argentina para dar sus primeros pasos en Tigre en la B Nacional. Luego, construyó una extensa trayectoria en la B Metropolitana y en la Primera C. Sus otros dos títulos los logró con Almirante Brown en 2007 y con Barracas Central en 2010. Además, pasó por Sportivo Italiano, Temperley, Tristán Suárez, Deportivo Morón, Villa San Carlos y Colegiales hasta llegar a Talleres de Remedios de Escalada, club en el que está desde 2013. El mediocampista de 38 años habló con el Sitio Oficial de la Copa Argentina, en una entrevista exclusiva.

“Si no fuera por la Copa, nunca hubiera jugado contra un equipo de Primera”, manifestó Orfila, quien fue una de las piezas clave de aquel Barracas Central que eliminó a Lanús por penales y que perdió con San Lorenzo, por la misma vía, en los Octavos de Final de la edición 2011-2012. Entre otras declaraciones, el mediocampista central nacido en Montevideo opinó acerca de su carrera, de la posibilidad que le dio el torneo integrador y de su relación con Mariano Campodónico (39 años), ya que estaban distanciados cuando eran rivales hasta que se amigaron en Talleres de Remedios de Escalada, que se enfrentará con Cambaceres, el 6 de marzo, por un lugar en la Fase Final I.

-¿Cómo lo ves a Talleres en la Primera C?

-Bien, la verdad que estamos haciendo una gran campaña. Nos ubicamos dentro de las primeras posiciones. Iremos final tras final para cosechar la mayor cantidad de puntos.

-¿Qué opinás de esta categoría con relación a la Primera B Metropolitana?

-Prácticamente no hay mucha diferencia en la parte futbolística porque en ambas se propone el juego friccionado. Quizá se nota en la jerarquía de los jugadores. Pero después es prácticamente lo mismo. El 80 por ciento de los jugadores que están en la categoría estuvieron en divisiones superiores. Está todo muy parejo. El que tiene regularidad es el que prospera.

-¿Cómo te sentís en este tramo de tu carrera?

-La verdad que estoy bien. A un compañero le dije en su momento que jugaba hasta los 36 años, pero ahora quiero retirarme a los 40. Estoy muy bien físicamente y en la parte deportiva. Me pongo ese plazo, pero ojalá siga por muchos años más. Tengo la ansiedad y la necesidad de seguir logrando cosas importantes.

-Campodónico y vos son los más grandes del plantel. ¿Cómo se manejan con los jugadores más chicos?

-Nosotros tratamos de estar con muchachos grandes, pero con los chicos no tenemos que pensar como gente grande. A veces nos pasa que no tenemos de qué hablar porque podrían ser nuestros hijos. Con los grandes hablamos de política y de la vida. Y a los chicos le preguntamos con cuantas chicas salen o si la está de novio. Lo importante es que nosotros tenemos que saber bajar al nivel de ellos. De esa manera tenemos diálogo permanente. Los chicos son bastante educados y les gusta preguntar. Y nosotros les contamos nuestra experiencia de vida.

-¿Cuál es tu relación con Campodónico?

-Nunca habíamos compartido plantel. Los que no me conocen, en la cancha todos me odian. Mariano me odiaba y una vez se lo hizo saber a Gonzalo Peralta, que fue compañero mío en Barracas. “A ese uruguayo mala leche no lo banco más”, le contó. En un Temperley-Barracas casi nos peleamos. Me miraba de reojo y yo también. Hasta que pasaron los días, nos arrimamos y empezamos a tener una relación bárbara. Estoy contento de ser su compañero porque le pregunto muchas cosas. Hace poco hablamos de aquella vez que habló de mí con Peralta. Y me pidió disculpas.

-¿Qué creés que significa para ustedes la Copa Argentina?

-La Copa Argentina vale mucho. Por lo que demuestra el torneo, siempre se nos hizo más difícil enfrentar a un equipo de menor categoría y que a uno de Primera o de la B Nacional. La parte emocional influye mucho porque para los clubes grandes es un partido más y para nosotros es una final. La Copa ha sido un éxito y una decisión muy importante. Yo tuve la oportunidad de enfrentar a Lanús y a San Lorenzo. Si no fuese por la Copa, nunca hubiese jugado contra un equipo de Primera.

-¿Qué recordás de aquel Barracas Central que llegó hasta los Octavos de la edición 2011-2012?

-Fue una experiencia inolvidable desde el primer día. Arrancamos con Claypole y pensábamos que le íbamos a meter tres goles. Pero no nos dejaron pasar la mitad de la cancha. Por primera vez me tocó patear un penal, que fue el que definió la serie, más allá de que nuestro arquero Cubito Cáceres atajó tres. Después, le ganamos a San Telmo, también por penales, y tuvimos la chance de enfrentar a Lanús en Salta. Fue un partido áspero que lo ganamos por penales. En los 16avos, nos tocó enfrentar a Atlético Policial, de visitante, en Catamarca. Ganamos 4-0. Contra San Lorenzo jugamos en cancha de Argentinos e hicimos un partido extraordinario. Fuimos a los penales y quedamos eliminados.

-¿Sentís que tienen chances de llegar lejos en la Copa con Talleres?

-Sí, sin dudas. Ya eliminamos a Cañuelas, Excursionistas y San Telmo. Las situaciones que estamos viviendo nos ilusionan. Nos empieza a picar el bichito de seguir pasando. Estamos todos con una algarabía superior a la normal. En las anteriores Copas, Talleres no había podido pasar ni una instancia.

-¿Cómo palpitás el partido contra Cambaceres, por la Fase Inicial Metropolitana IV?

-Será complicado porque somos de la misma categoría. Empieza a prevalecer lo psicológico y el sueño lo tenemos todos. Hay que apuntar en alto. El fútbol pasa por la cabeza. Ese día, debemos tener un excelente partido y estar súper motivados. El equipo de Primera no siente lo mismo que nosotros.

-¿Qué equipos te marcaron más en tu carrera?

-La verdad que pasé por muchos, pero sin dudas en los que obtuve los logros son los que más me marcaron. Con Italiano llegamos a disputar dos instancias decisivas: una Semifinal con All Boys y a una Final con Tristán Suárez, pero en las dos oportunidades perdimos las chances de ascender. Menos en Colegiales y en Morón, en los demás equipos siempre peleé cosas importantes.

-Habiendo ganado tres títulos. ¿Sos un jugador realizado?

-Me siento realizado, pero siempre quiero más. Yo tengo la opinión de que para mí salir campeón supera el hecho del nacimiento de un hijo. Y eso que tengo dos: Zoe de 11 años y Thiago de 8. Pongo este ejemplo y tengo la explicación: la satisfacción es para la madre por todo el esfuerzo. El padre sólo acompaña y después recién influye en el crecimiento.

-¿Te gustaría retirarte en Uruguay o preferís en la Argentina?

-Quiero retirarme acá, estoy muy orgulloso de este país, que me ha dado la posibilidad de forjar toda mi carrera. Aparte, mis hijos son argentinos y me siento a gusto. Aquel club que me abra las puertas para retirarme va a ser inolvidable. Soy un agradecido al fútbol argentino.

 

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