La nota con Julio Furch

Llegaba con sed de revancha Julio Furch a Arsenal a principios de 2013. Había cumplido con goles en Olimpo de Bahía Blanca, pero su paso por San Lorenzo fue más acotado de lo que él imaginaba: sólo nueve partidos, ningún gol y una escasa cantidad de minutos que lo llevó a abandonar el club luego de que Juan Antonio Pizzi le informara que no lo tendría en cuenta a fines de 2012.

Arsenal apareció en su camino y el pampeano aprovechó la oportunidad con creces. Gustavo Alfaro le dio lo único que necesitaba: confianza. Venía de una etapa con poco rodaje encima y el técnico confió en él como finalizador de las jugadas. Para que el delantero se sintiera aún más a gusto, también llegó Martín Rolle, socio futbolístico suyo en Olimpo y también compañero en San Lorenzo. Juntos formaron una dupla letal que le dio al conjunto del Viaducto motivos para sonreír: “Quería llegar a Arsenal y ganar algo. Se me dio con la Copa Argentina y eso me pone muy contento”.

Llegaba con buenos antecedentes Furch al encuentro en Catamarca. Le había marcado dos goles a San Lorenzo dos días antes por el Torneo Inicial y tenía la ilusión de que, con otra actuación consagratoria, Pizzi se arrepintiera aún más por haberlo dejado para el comienzo de 2013: “No fue una revancha. Hicimos un gran trabajo y estábamos convencidos de que podíamos ganar como en el campeonato”.

Pese a que Arsenal perdió su largo invicto con la derrota de este domingo ante Tigre, el conjunto dirigido por Gustavo Alfaro se mantiene en la pelea por el Torneo Inicial, ya aseguró su participación en la Supercopa frente a Vélez y también disputará la Libertadores 2014. Furch, cuyo dueño de su pase es Olimpo de Bahía Blanca, aspira a quedarse en un plantel al que califica como “unido”. Después de todo, quiere quedarse en la institución que le dio la oportunidad de demostrar que está a la altura de la Primera División.