En este primer semestre de 2013, Ángel Correa se transformó en la revelación de San Lorenzo. El 31 de marzo, el rosarino de 18 años debutó en la Primera del club, cuando reemplazó a Enzo Kalinski, a los 21 minutos del segundo tiempo, en la derrota 1-0 contra Newell’s, por la séptima fecha del Torneo Final. Después de cuatro encuentros consecutivos en los que ingresó a jugar como suplente, el 3 de mayo le llegó la oportunidad de debutar como titular. Fue en la victoria 2-1 ante Quilmes, por la duodécima jornada. Su primer gol llegaría una semana más tarde, en el triunfo 3-0 frente a Boca (anotó el último).

Desde el partido con Quilmes, Correa fue titular de San Lorenzo en todos los partidos, a excepción del cruce con Deportivo Morón, por los 16avos. de la Copa Argentina, cuando entró en el segundo tiempo por Alan Ruiz. Su entrenador, Juan Antonio Pizzi, lo ubicó en la parte ofensiva junto con Gonzalo Verón y le dio mucha confianza, después de que el juvenil Héctor Villalba, quien venía siendo titular, sufriera una leve pubialgia alta derecha. El mediocampista ofensivo respondió con buenas actuaciones y convirtió tres goles más. Uno ante Argentinos Juniors, en el empate 1-1; otro contra Independiente, en la victoria 1-0 que decretó el descenso definitivo del Rojo; y el último frente a Lanús, en la igualdad 2-2 (metió el segundo).

En el encuentro ante Atlético Rafaela, por la Copa Argentina, Correa se reencontró con un compañero de las divisiones inferiores de San Lorenzo. Su nombre es Dimas Morales, quien está jugando en la Crema y tuvo la oportunidad de debutar en la Primera del club, en el mencionado partido disputado en el estadio de San Martín de San Juan, por los Octavos de Final. “No jugamos en la misma división, pero nos hicimos muy amigos porque estuvimos dos años viviendo juntos en la pensión de San Lorenzo”, contó el rosarino.

Correa amplió su relación con Dimas Morales y dijo que “nos llevábamos muy bien. Tuve la posibilidad de ir con él a Rosario para que conozca a mi familia. Siempre hablábamos de que nos hubiera gustado jugar juntos en la Primera de San Lorenzo. Pero por cosas de la vida, se fue a Rafaela y nos tocó enfrentarnos en la Copa Argentina”.

Pese a ser uno de los jugadores más chicos del plantel profesional de San Lorenzo (nació el 9 de marzo de 1995), Correa se destaca en la mayoría de los partidos. Si bien no convirtió goles en el triunfo 3-0 por la Copa ante Rafaela, fue titular y desequilibrante en el ataque. “Sabíamos que era un partido difícil, pero por suerte lo pudimos ganar. Creo que el equipo anduvo muy bien. Estoy contento”, opinó el juvenil sobre la clasificación a los Cuartos de Final, instancia en la que el Ciclón se medirá con Gimnasia de Entre Ríos. “No lo conocemos a este equipo. Más adelante veremos videos. Esperemos poder seguir avanzando, salir campeón y entrar a la Libertadores”, agregó.

Con su velocidad, habilidad y capacidad para llegar al arco rival, Correa es la revelación de un San Lorenzo que apuesta por los juveniles del club y por otros que tuvieron buenos rendimientos. Al igual que el rosarino, Héctor Villalba (18 años) y Leandro Navarro (21) son otros dos futbolistas de las inferiores que ofrecieron condiciones como para jugar en Primera. Gonzalo Verón (23), desde su llegada de Sportivo Italiano, también forma parte de este grupo de chicos, que son el futuro del Ciclón.

Cuatro goles y mucho protagonismo, con menos de 20 partidos en Primera, son los datos alentadores de Ángel Correa, quien con 18 años ya tiene la responsabilidad de definir los destinos de cada ataque de San Lorenzo.