Al igual que en la pasada Copa Argentina, Unión de Villa Krause (San Juan) consiguió la hazaña de clasificarse para la Fase Final. Pese a que transita las canchas del Argentino B, el Auriazul se hizo fuerte contra equipos de categorías superiores y se las ingenió para meterse en los 24avos., que le depararon un duro rival: será ni más ni menos que San Martín, el equipo más importante de la provincia actualmente. Rubén Darío Gigena, delantero de 32 años y con una extensa trayectoria en el exterior, fue partícipe fundamental del último triunfo en la Quinta eliminatoria al convertir el gol decisivo. El Búfalo se refirió al clásico provincial que disputarán en el certamen federal, además de hacer un balance acerca de la campaña en este semestre.

¿Cómo ves el partido contra San Martín de San Juan?

Es un encuentro muy importante para nosotros, jugaremos un clásico contra un equipo de Primera. Estoy muy contento, será difícil pero confiamos en nuestras posibilidades.

Hiciste el gol del triunfo en la Quinta eliminatoria. ¿Cómo fue la jugada?

Fue un centro frontal de Alexander Lucero que me llegó casi a la cabeza, solamente tuve que colocarla. Por suerte sirvió para darnos la clasificación.

Venían de pasar las otras instancias por penales, y ya se habían hecho fuertes en la edición anterior. ¿Cuál es la clave?

La Copa Argentina es diferente al torneo, nadie te regala nada, a veces tenés que definir desde los doce pasos. En esos partidos no se nota la diferencia de categoría, así que salen reñidos y cuesta marcar diferencias. En líneas generales pienso que jugamos bien, al igual que en el torneo local.

¿Qué opinás de la Copa Argentina?

En lo personal, es la primera vez que puedo jugarla. El año pasado la seguí, y me parece bárbaro porque les da oportunidades a todos los clubes del país. Además, se pueden mostrar los jugadores del Argentino B, que sobresalen en la categoría pero antes no podían medir fuerzas contra rivales superiores.

Si superan a San Martín, ¿querés enfrentar a algún equipo en especial?

No, no tengo preferencia. Todos nuestros rivales fueron difíciles, a lo mejor estaría bueno jugar contra un equipo de Primera que te deje jugar con mayor libertad. En el Argentino B los partidos son aguerridos y friccionados, así que prefiero enfrentar un rival de la máxima categoría.

Tuviste un gran debut en Unión, con tres goles. ¿Cómo fue tu temporada hasta el momento?

Sí, jugábamos el clásico con Trinidad, del mismo barrio, y tuve la posibilidad de hacer tres goles. Fue muy importante empezar así. Ahora estamos segundos en nuestra zona del Argentino B, a tres puntos del líder 9 de Julio (Morteros). Cuando empezamos el torneo, nunca pensábamos arrancar tan bien, como en la Copa. Será difícil, pero vamos a encarar los dos torneos de la misma forma y seguro nos vamos a quedar con un logro al finalizar la temporada. El objetivo principal es ascender.

¿Qué te parece la experiencia de jugar el Argentino B?

Tuve una chance para irme a Guillermo Brown, pero me llamaron de Union y Alejandro Moreno, preparador físico del club y con quien yo ya tenía relación, me convenció para venir. Me sorprendió que hayamos tenido que viajar grandes distancias en la zona que nos tocó en el Argentino. Las canchas no están en buen estado, pero por suerte nos pudimos sobreponer y estamos peleando arriba.

Con 32 años, ¿lo ves como una plataforma para volver a Primera?

Es difícil, creo que a partir de los 30 años te consideran un viejo en Primera. Soy honesto y es complicado, pero no pierdo la esperanza. Ahora pienso en hacer goles en el Argentino, y seguir escalando con el equipo. Después se verá.

Jugaste casi diez años en el exterior, ¿en qué equipo tuviste un mejor paso?

Tuve varios momentos buenos. En Sportivo Luqueño logramos una histórica clasificación a la Libertadores, y en The Strongest fuimos bicampeones. También pude ascender con la filial de Cruz Azul, y finalicé como goleador esa temporada, al igual que en Audax Italiano. En general tuve experiencias positivas, salvo cuando me fui a jugar a Arabia Saudita (Al-Qadisiya) y retorné después de haber disputado solamente dos partidos, porque extrañaba a mi familia y no me adaptaba a las costumbres.