Hubo una época no muy lejana en que Argentinos Juniors se había transformado en la envidia de todos por su capacidad para sacar grandes cracks que luego brillaron en el fútbol argentino y en todo el mundo. Conocidos los casos de Riquelme y Cambiasso, creció el llamado Semillero del Mundo a base de capacidad para hallar pequeñas figuras que luego supieron inscribir su nombre con la pelota bajo la suela. Nicolás Diez también se formó en la cuna del Bicho.

Alcanzó el reconocimiento rápidamente ya que pasó a Racing y obtuvo su lugar en un equipo plagado de figuras. Abandonó la institución y recorrió distintos países de Sudamérica, se retiró a fines del 2011, y está dando sus primeros pasos en la dirección técnica de Lamadrid, conjunto de Primera C que en la Copa Argentina Sancor Seguros cayó 2-0 con UAI Urquiza, por la Segunda eliminatoria Zona Metropolitana.

Tuviste un paso como ayudante de campo en Social Español y estás en Lamadrid haciendo una dupla técnica con Manuel Maddoni. ¿Qué fue lo que te incentivó a probar suerte como entrenador tras el retiro?

Me falta un año para terminar el curso pero decidimos arrancar con mi amigo Manuel, que es el sobrino de Ramón Maddoni, y a quien conozco de cuando él trabajaba en las inferiores de Boca. Surgió esta posibilidad y estamos tratando de crecer.

¿Cómo juega un equipo de Nico Diez?

Lo principal es buscar el arco contrario. Tratamos de poner un enlace y tres delanteros, aunque sabemos que la Primera C es una categoría muy difícil, las canchas son complicadas y hay pocos espacios. Trato de copiar a Bielsa, de quien rescato su transparencia y honestidad.

Te retiraste en 2011 luego una carrera que arrancó con mucho reconocimiento por lo que hiciste en Racing.

Así es. Tengo 35 años, arranqué en un Racing con muchas figuras y terminé en Chile. Estoy contento con la carrera que hice aunque sé que al irme afuera, la gente me perdió el rastro.

¿Creés que podrías haber seguido en Racing o era el momento de probar suerte afuera?

Llegué al club en la época de la quiebra y compartí equipo con figuras como Matute Morales, Ruben Capria y Gastón Córdoba. Creo que lo único que me faltó fue tener un campeonato con continuidad.

¿La consagración en Malasia 97 fue la alegría más grande de tu carrera?

Fue un gran logro porque continuamos una época de muchos campeonatos. Compartí equipo con Riquelme, Cambiasso, Samuel y Leo Franco. Fue una experiencia inolvidable.

¿Llegaste a tener minutos?

Jugué tres partidos y enfrentamos a rivales muy importantes. Recuerdo haber jugado contra la Inglaterra de Gerrard y Owen, y frente a la selección uruguaya, a quien le ganamos la Final. Creo que además de haber tenido grandes individualidades, estábamos muy bien armados y éramos sólidos.

Mencionaste a Riquelme. ¿Qué significó para vos haber compartido un equipo con él?

Lo conozco a Román desde los 10 años, cuando compartíamos inferiores en Argentinos. Fue un jugador que marcó una época, un distinto al que nunca se va a poder copiar. Desde que lo conocí supe que estábamos ante un jugador fuera de lo común.