Historias de vida

La revancha de un guerrero

image1 Azcurra, en su vuelta al fútbol con Deportivo Maipú. image2 El momento en el que Azcurra recibió el disparo en el clásico entre Godoy Cruz y San Martín de Mendoza. image3

Hace siete años, Carlos Azcurra veía como su vida cambiaba abruptamente a partir de recibir un balazo de un policía que lo dejó cerca de la muerte. Ese incidente lo obligó a dejar el fútbol, y pensó que nunca volvería a transitar su actividad habitual. Volvió y Atlético Trinidad le dio la chance de disputar la Copa Argentina Sancor Seguros ante Juventud Alianza.

“No voy a poder jugar más al fútbol. Es lo más duro que me puede pasar”. En una entrevista con el portal 26 Noticias, que se realizó a mediados de 2006, Carlos Azcurra sentenciaba una frase durísima. El defensor había protagonizado, un año antes, un incidente durante un clásico mendocino entre Godoy Cruz y San Martín. Allí, el cabo Marcial Maldonado le disparó cuando el futbolista había intentado intervenir para frenar un choque entre los hinchas del Chacarero y la policía.

El balazo recibido, que le perforó el pulmón derecho (le sacaron el 30 por ciento de ese órgano) lo dejó en terapia intensiva durante dos semanas, y lo obligó a encarar una lenta recuperación durante el año siguiente. La posibilidad de retornar a su actividad cotidiana parecía imposible, pero Carlos se entrenó con muchas ganas hasta cumplir su misión: en 2010 empezó a jugar con Deportivo Maipú el torneo Argentino A. Hoy, dos años después, y tras un breve paso por Huracán Las Heras, juega en Atlético Trinidad y disputó la Copa Argentina Sancor Seguros (cayó por penales y el defensor fue expulsado)

“Siempre voy a estarle agradecido a Deportivo Maipú por haberme permitido retornar al fútbol. Haber vuelto a jugar es muy lindo e increíble, en el primer momento solamente pensaba en rehabilitarme y hacer una vida normal con mi familia”, recuerda Carlos, quien también resaltó el apoyo recibido por distintas instituciones y jugadores después del grave incidente: “Estuve quince días en terapia, y cinco más en una habitación común del hospital. No me podían hacer visitas, pero me sorprendió la importante cantidad de llamados de clubes y jugadores. También fue fundamental el apoyo de Sergio Marchi, el secretario de Futbolistas Argentinos Agremiados”.

Al margen de reconocer que se recuperó totalmente cuando volvió a jugar al fútbol, Carlos está contento con el reconocimiento que tuvo su caso, y piensa que es normal que hayan dejado de acordarse de él con el correr de los años. “Es como ocurre en los distintos ámbitos, las noticias van sucediéndose, y en un par de meses dejan de figurar. Los hechos que pasan diariamente van dejando atrás lo que atravesó uno, es normal y no me afecta. El fútbol es un deporte que se portó muy bien conmigo, y recibí su apoyo incondicional y el de mi familia para salir adelante”.

Luego del retorno en Maipú, Azcurra pasó por Huracán Las Heras hasta recalar en Atlético Trinidad para el inicio de esta temporada. Allí jugó la Primera eliminatoria Zona Interior pero no tuvo la mejor de las suertes: su equipo perdió por penales y él se fue expulsado a un minuto del final.

Con respecto a su equipo, el central sostuvo que están en formación: “Es un plantel conformado por mayoría de jugadores jóvenes, que no tuvo un cambio importante de nombres en relación a la temporada pasada. Si bien tenemos futbolistas de buen pie, tenemos que conseguir un rendimiento parejo. Nuestro objetivo es mantener la categoría”.

“Ya hice el curso de técnico, pero tengo 34 años y siento que el físico me da para jugar unas temporadas más en el Argentino B. Tuve la suerte de jugar en varios clubes que siempre han llevado muchísima gente y ya estoy conforme con lo que conseguí en la carrera. Me hubiese encantado jugar en Primera, es lo que todo jugador quiere conocer, pero estoy muy agradecido”, cerró Carlos Azcurra, un ejemplo de vida que le ganó la batalla a los inconvenientes físicos y cumplió el sueño de retomar el deporte que lo acompañó desde sus primeros años. 

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