ENTREVISTAS

“Ganar la Copa es una gran idea”

Germán Burgos

Germán Burgos, el ex arquero de la Selección, es el actual ayudante de campo de Diego Simeone en Racing. Después de 12 años, volvió al país y se tomó unos minutos para charlar sobre su vida y la Copa Argentina.

Su foto actual es diferente a la que todos los futboleros recuerdan de su etapa de jugador. Ya no hace “la de Dios” imitando a sus ídolos Hugo Orlando Gatti y Angel David Comizzo. Ya no canta “el pibe que viene, será Rolling Stones…”. Pesa 100 kilos, tiene el pelo corto y es el ayudante de campo de Diego Simeone en Racing Club. El es Germán Burgos. El hombre que paró la pelota un instante, para hablar de su vida, de fútbol y sobre el comienzo de la Copa Argentina.

Nació en Mar del Plata con el fútbol aferrado a su piel, jugando en la calle hasta la salida de la luna. Probó como defensor, pero sus movimientos rústicos, lo condicionaron tanto hasta llegar a ser arquero de Atlético Florida Almagro, su primer club en La Feliz.

Un día apareció en Buenos Aires, con los miedos y sueños habituales de todo adolescente que llega desde el interior del país con el objetivo de triunfar. Se probó en Ferro Carril Oeste y Carlos Aimar (colaborador de Griguol en los '80) le confió a Burgos padre que lo iban a educar de la misma manera que lo había hecho su familia. Así, Germán empezó a vivir en la pensión y conoció a fondo a su maestro en el fútbol: Carlos Timoteo Griguol.

“Timoteo fue un visionario porque creó un estilo. Fue un educador. Nos enseñó a comprar primero la casa y después el auto. Creo que no ha sido reconocido como lo merece”, dijo Burgos.

Su paso por River Plate lo consagró como uno de los mejores arqueros argentinos. Fue moderno y arriesgado a la vez. Su buen rendimiento lo catapultó para ser parte del seleccionado argentino, primero dirigido por Daniel Passarella y luego bajo las órdenes de Marcelo Bielsa. Tras su paso glorioso por el Millonario, emigró a España para adquirir roce europeo. Tanto en Mallorca como en el Atlético de Madrid, perfeccionó la técnica que necesitaba para ser uno de los arqueros preferidos por Bielsa, quien finalmente eligió a Pablo Cavallero como el guardameta titular en Corea-Japón 2002.

“Si bien me dejó afuera del mundial, es un gran técnico y la tiene muy clara. Forma al jugador desde la distancia y aunque parezca estar lejos, es muy práctico. Siempre se preocupó por mí. Me llamó dos veces: cuando me recibí de entrenador y en el momento que me enfermé (cáncer de riñón) me dijo que estaba al tanto de todo”, comentó el Mono.

En España vivió buenos y malos momentos. Por un lado pudo consagrar su otra pasión: la música. Formó la banda The Garb con el estilo clásico del Rock and Roll. Y también consolidó la vida junto a su familia (tres hijos y su esposa) radicada allí desde hace más de una década.

En el 2003, apareció un duro revés. Mientras jugaba en el Atlético de Madrid, unas molestias intestinales lo llevaron a consultar a su médico personal. El estudio detectó cáncer en el riñón.  Pero el Mono, pese a vivir el peor momento de su vida, lo tomó con optimismo. Quedó en las manos de Dios como cuando esperaba arrodillado en el área la definición de los rivales. Este partido fue diferente porque no estaba en juego un gol sino su vida. "Siempre supe que iba a salir adelante", señaló. Y agregó: “No tuve miedo. Cuando me dieron la noticia, primero pensé en jugar y después en cuándo iba a ser la fecha de la operación. A los diez minutos llamé a mis padres y les conté lo que tenía”.

Su paso por el fútbol español lo ayudó a jugar no sólo en la Liga española sino también en la histórica y clásica Copa del Rey. “Ese torneo tiene una identidad propia. Sirvió como sostén político para mantener la democracia en un momento en el que apareció una mini revolución. En toda España se le da mucha importancia porque cada enfrentamiento se toma como una final. Ganar la Copa se asemeja a obtener un título nacional”, sostuvo.

Hacía 12 años que no se radicaba en el país. Diez años junto al Cholo (ocho en la Selección y dos en el Atlético de Madrid) conformaron una amistad y sellaron un pacto para trabajar juntos. Primero en Catania y por estos días en la Academia. Si bien Racing no debutó en la Copa Argentina, en forma sorpresiva, su entrenador no sólo piensa en ser protagonista del torneo de Primera, sino que además, tiene agendada la participación de su equipo en el certamen federal. “Para los equipos de Primera es importante porque se puede sumar un título a las vitrinas y en estos tiempos en que se exigen resultados, es una gran idea ganarla. La tenemos en cuenta porque está en el calendario y vamos a ponerle el mismo entusiasmo y profesionalismo con el que trabajamos para el campeonato”, sentenció Germán Adrián Ramón Burgos, el hombre que cambió su foto. Ayer arquero y rockero; hoy ayudante de campo pero con un mismo flash: ligado al fútbol.

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