En una época en la que ningún árbitro queda exento de críticas, él logra despegarse de la media. Tiene en su haber un currículum que cualquier hombre de negro desearía tener. Ha sabido sobrellevar partidos cuyas características no son del todo recomendables para quien quiere llevar a cabo la tarea con tranquilidad. Él, Héctor Baldassi, supo ingeniárselas para forjar, dentro de los límites del campo de juego, una relación que se ha concebido a partir del respeto y el sentido de la autoridad con el futbolista de turno.

Envalentonado con el nuevo proyecto de la Copa Argentina, Baldassi se enciende cuando mencionan el certamen que ya comenzó, y que promete crecer con el paso de las eliminatorias. Dijo la Coneja: “Es importante que se intente federalizar el fútbol con un campeonato integrador”. Además, se animó a montar comparaciones con los campeonatos alternos que se realizan en países europeos. “En España, Inglaterra e Italia se realizan torneos similares que sirven para que equipos de categorías inferiores se enfrenten con otros de mayor jerarquía. Y eso es muy bueno. Lo necesitaba el fútbol argentino”.

Con la chispa de todo cordobés, Baldassi expresó su deseo de participar en la Copa Argentina: “Sería muy lindo. Es uno de los pocos desafíos que me quedan ya que tuve la chance de jugar Eliminatorias, Mundial, Libertadores”. Sin embargo, sorprendió con una sentencia: “Prefiero evitar los partidos en los que intervengan equipos de mi provincia”.

Suele decirse que la Copa Argentina puede servir de trampolín para que jugadores de divisiones menores exhiban un nivel que les permita pegar el salto hacia equipos de mayor importancia. Los árbitros no están exentos de la posibilidad de sobresalir, y el lo certifica. “Creo que todos deben tener la chance de mostrarse, y de darle a la Copa actuaciones confiables. Además, les puede servir de experiencia el hecho de mecharse con referentes de mayor jerarquía y trayectoria”, explicó el hombre que posee un extraño record: es el único que ha dirigido todos los clásicos de Primera División en la Argentina, incluido el súper entre Boca y River.

Durante este semestre, la Asociación del Fútbol Argentino le brindó la responsabilidad de arbitrar dos clásicos en los que él no había intervenido hasta el momento. En primera instancia, el partido entre Colón y Unión. Días después, debió visitar el estadio León Kolbovsky para impartir justicia en el duelo barrial entre Atlanta y Chacarita. “Fueron experiencias maravillosas, pero no menos importantes que cualquier otro encuentro. De todos modos, son momentos que uno no olvidará cuando ya no forme parte del arbitraje”.

Baldassi, de 45 años, no se animó a confirmar que se retirará a fin de año. “Hay posibilidades de que este sea mi último semestre, pero no descarto continuar”, sentenció quien supo sorprender a los estratos más altos del arbitraje con importantes actuaciones en un Mundial de Sudáfrica 2010.  En el Mundial, La Coneja fue protagonista de un encuentro de octavos de final entre España y Portugal. Además, no tuvo problemas para sobrellevar los encuentros entre Serbia – Ghana, Holanda – Japón y Suiza – Honduras.

El árbitro habla de sus comienzos y se emociona al repasar su carrera. “Yo voy a ser un agradecido toda la vida. Porque gracias al fútbol conozco el mundo y tengo un nombre”.