La Copa Argentina parece estar hecha a la medida de Ricardo Caruso Lombardi. Este hombre vinculado a todas las categorías de nuestro fútbol, que llegó a dirigir equipos importantes de la Primera División, con su principal característica de confiar en la virtud del jugador, más allá de la categoría en la cual se desempeñe.

"Hoy hay muchos jugadores del Ascenso en la A por culpa mía. Para mí el único currículum que sirve es verlo jugar. El Gigliotti que ven hoy con la camiseta de San Lorenzo y de la selección argentina lo descubrí arrastrando rivales en Lamadrid. Y me lo llevé a Argentinos Juniors", afirma.

El técnico de Quilmes es un laburante que utiliza todas las bondades y noblezas que supo explotar en el Ascenso en pos de potenciar a sus equipos. Entiende, como pocos, la ilusión que despierta el certamen en los jugadores que viven soñando con llegar a la máxima categoría.

"En el comienzo de la competencia, el futbolista de Ascenso sabe que posee todo para ganar. Cada vez que disputa el balón tiene una oportunidad al alcance de la mano. Para ellos, no debe haber un campeonato con más posibilidades que la Copa Argentina. Es un torneo en  donde se ve la realidad", asegura Caruso Lombardi.

Después de una campaña exitosa en Tigre, donde salió campeón y ascendió al Nacional B  en 2005, se ganó un nombre en la agenda de los directivos de Primera División. Por eso, no resultó llamativo verlo con el buzo de entrenador en Argentinos un tiempo después.

Sin embargo, sus primeros días en el Bicho no fueron de lo mejor. Le llevo un tiempo convencer a los conductores del fútbol del club que la clave del éxito estaba en saber elegir. "El tiempo me dio la razón. Cuando llegué a la institución me apoyé en los jugadores que creía, indistintamente de la categoría en la que jugaran, como Mercier, Sabia, Battión, Alvaro Pereira y Escudero. Ellos formaron parte de un gran equipo que surgió en su totalidad del Ascenso", recuerda.

Caruso hizo bien las cosas en el Bicho, luego en Newell's de Rosario, al cual salvó del descenso directo y de la Promoción en la temporada 2007/08. Después desembarcó en un Racing a la deriva, equipo al que también rescató del abismo.

Experimentado en la materia, el actual DT de Quilmes también dirigió a Defensores de Belgrano, Sportivo Italiano, Estudiantes de Caseros, Temperley, Platense, El Porvenir y All Boys.

"Conozco al jugador del Ascenso y entiendo que para ser protagonista no hay que subestimar a nadie. Y hay que jugar cada partido con mucha humildad. Te mentiría si te digo que somos candidatos, aunque por mi formación, sé de qué se trata. Con Quilmes vamos a pelear hasta el final", comenta.