“Veía pocas chances de que sucediera una historia así. Viendo todo lo que pasé y los siete meses de recuperación, uno nunca pierde la fe. Fue un sueño que se hizo realidad, así que estoy muy contento”. El domingo 8 de noviembre de 2015, Maximiliano García vivió una noche negra: fue titular en la derrota por goleada de Los Andes ante Atlético Tucumán y sufrió la rotura del ligamento cruzado anterior y los meniscos de la rodilla derecha. Ocho meses más tarde, vivió un regreso único: ingresó al banco de suplentes por la ausencia de Rodrigo Cabrera (no llegó su habilitación desde Fuenlabrada de España), reemplazó a Gabriel Tomasini en el entretiempo y, en el epílogo del cruce de 32avos contra Sarmiento de Junín, marcó el 2-1 final.

El envío de Nicolás Ramírez lo encontró en soledad absoluta por el segundo palo y, luego de bajarla con el pecho, el defensor de 35 años definió el encuentro con una volea inatajable para Julio Chiarini. “Fue muy importante poder convertir y que obtuviéramos el triunfo porque la Copa es uno de los objetivos del semestre. Arrancamos una nueva etapa en el club y debíamos hacerlo con una victoria”, expresó sobre la clasificación que le permitirá a Los Andes medirse con Estudiantes de La Plata en la siguiente ronda. El defensor conoce de proezas en la competencia integradora, ya que accedió a Semifinales con Deportivo Merlo en la temporada 2011-2012.

“La Copa tiene nos da prestigio y dinero, además de que este resultado fue clave para fortalecer al grupo de cara a la temporada que se viene”, cerró García, que demostró que está preparado para pelear por un lugar con los mencionados Cabrera y Tomasini, así como con su homónimo Walter, que fue el otro titular en el encuentro disputado en el estadio Julio Humberto Grondona de Arsenal. Ilusionado con un comienzo positivo, Los Andes buscará estirar su invicto ante rivales de Primera en la Copa para debutar en los Octavos de Final del certamen que une la tradición con la innovación.