El jugador más longevo del fútbol argentino juega en Laferrere y tiene 45 años. Dueño de una carrera que ha sido desarrollada en un gran porcentaje en el Ascenso, tiene una cuenta pendiente: disputar un partido por la Fase Final de la Copa Argentina. En la edición 2015-2016, y tras varios intentos frustrados, podrá saldar el debe en su carrera. Tras haber sido importante para que el Villero finalice entre los más destacados de la pasada temporada de la Primera C, César Leonardo Monasterio alcanzó el objetivo y el destino lo pondrá frente a frente con un equipo de la máxima categoría. Mientras espera por la oportunidad, también da pasos seguros en su divisional, con el desafío de llevar a su club a la B Metropolitana.

“El balance de lo que hicimos en las primeras fechas es positivo. Pudimos demostrar con puntos y resultados que tuvimos un arranque de excelencia”, afirmó Monasterio, arquero de un Laferrere que al término de la sexta fecha de la Primera C, suma 15 unidades y lidera la divisional. Protagonista de una extensa trayectoria que lo ha transformado en una voz autorizada, el arquero afirmó que este año, el ascenso es posible: “Jugar en este club te obliga a pelear arriba. Sabemos que es necesario conseguirlo. Por lo que representa la institución y por la gente, que nos acompaña siempre”. El Villero viene de varios desenlaces frustrantes en el campeonato y se esperanza con consumar el objetivo. “No podíamos arrancar mal porque sabíamos que luego sería difícil descontar la ventaja con nuestros rivales. Es duro mantenerse, pero más duro todavía es remontarla”, expresó el hombre que debutó en Morón hace 25 años.

Para Monasterio, la ilusión de luchar por los primeros lugares en cada comienzo de temporada es la motivación más importante. A los 45 años, podría pensarse que su tarea ya debería estar ligada a la dirección técnica o alguna otra actividad. Pero nunca a la práctica de fútbol. El arquero es un caso aparte y afirmó que el puesto que ocupa le brinda facilidades que no tendría si ocupara cualquier otra posición: “Está claro que tengo menos desgaste, pero siempre he mantenido un buena conducta y la genética me ha ayudado. Me sigue movilizando la adrenalina del día a día y sigo luchando por los mismos objetivos”.

Pese a su extensa carrera en el Ascenso, Monasterio no pudo jugar nunca un partido del cuadro principal de la Copa Argentina. Sólo estuvo en encuentros de la Fase Inicial y fue al banco para Almirante Brown ante Sportivo Belgrano de San Francisco, en Catamarca, por los 32avos. de la edición 2011-2012 (el arquero titular de la Fragata era Gastón Losa). Y si bien no lo toma como una cuenta pendiente, resuena en él la chance que tendrá en las próximas semanas: Laferrere podrá enfrentarse con un club de Primera: “Saber que podés tener esa chance te motiva a entrenarte con más ganas. ¿Con quién me gustaría jugar? La verdad es que me da lo mismo, aunque uno siempre tiene la ilusión de cruzarse con un grande. Sería hermoso”.