El pecho de Juan Pablo Pereyra, prácticamente en la línea del arco defendido por Marcos Díaz, se convirtió en el primer y único tanto de la noche fría en el estadio Juan Domingo Perón de Instituto de Córdoba. En el cierre de los 32avos, Independiente Rivadavia dio la sorpresa al eliminar a Huracán, último campeón del certamen, con un triunfo por 1-0 que significó su primera clasificación en la historia. Ariel Agüero, defensor que defiende hace tres años la camiseta del conjunto mendocino, padeció distintas derrotas en la competencia hasta que vivió su revancha.

“Es la primera vez que Independiente consigue un triunfo, ya me había tocado participar en dos ocasiones de la Copa Argentina y nunca se daba. Hay que disfrutar porque le ganamos al campeón y no es poca cosa”, sentenció Agüero. Las etapas por Independiente de Villa Obrera, San Martín de San Juan, Juventud Alianza, Gimnasia La Plata y Quilmes precedieron al desembarco en el conjunto mendocino a mediados de 2012. Desde entonces, se convirtió en el principal ícono defensivo de un club que nunca pudo escaparle a la irregularidad en la B Nacional.

El triunfo ante Douglas Haig, el pasado fin de semana, le había permitido a Independiente quebrar una racha negativa de siete encuentros sin conocer la victoria. El envión anímico se profundizó con el resultado positivo frente a Huracán para clasificar a los 16avos: “Representa un valor muy significativo porque recién estamos en proceso de recuperación. No veníamos pasándola bien anteriormente, nos costó mucho salir de la racha”.  

Quilmes, otro representante de Primera, será el rival de Independiente en 16avos. Agüero destacó que la Lepra mendocina merece un logro destacado por “ser uno de los equipos más populares de la provincia. Tenemos que seguir remándola para llegar a cumplir el sueño de quedarnos con un título”. Después de conocer el valor del triunfo en el certamen, tiene la ambición de pelear por uno de los torneos destacados en el calendario futbolístico nacional.