"Siempre la peleé de atrás y trato de disfrutar de esta chance en Sarmiento"
César Rigamonti tuvo la mala fortuna de permanecer a la sombra de arqueros de gran experiencia desde que irrumpió en la Primera de Belgrano en 2007. Tras recuperarse de una fractura en una de sus manos, Sergio Lippi lo pidió para el conjunto de Junín, que el próximo miércoles a las 15 debuta ante Deportivo Merlo por la Copa Argentina.
César Rigamonti ha conseguido en Sarmiento de Junín la continuidad que pedía a gritos desde que dio sus primeros pasos como profesional en Belgrano de Córdoba. Probó suerte en Sportivo Belgrano y Banfield, pero fue Sergio Lippi quien lo pidió con insistencia para que fuera el arquero del Verde en la travesía de la máxima categoría. Afianzado tras algunas dudas en los encuentros iniciales del campeonato, supo elevar su rendimiento y se mantuvo a la altura en un conjunto al que le costó afirmarse en las primeras jornadas, pero que poco a poco empieza a habituarse al roce que implica la Primera A.
El próximo miércoles a las 15, en Platense, Sarmiento de Junín tratará de empezar a hacer valer su status de equipo de Primera en la Copa Argentina, cuando enfrente a Deportivo Merlo, de la B Metropolitana. Enfocado en mantener su puesto en las dos competencias en disputa, Rigamonti habló con el Sitio Oficial y destacó que si bien el objetivo primordial es afianzar al club en Primera, el certamen integrador es una tentación por los premios deportivos que entrega: “La mayor evidencia de lo que significa esta Copa la dio Huracán, que fue campeón y está cerca de pasar a los Octavos de la Libertadores. Nos ilusiona mucho poder llegar lejos y nuestra intención es hacer un buen papel”.
Deportivo Merlo, semifinalista de la edición 2011-2012, ya sabe lo que es tener una actuación destacada en una Copa Argentina, pero Rigamonti cree que el pasado del Charro no influirá en el desarrollo del encuentro. Al contrario, piensa que Sarmiento deberá tomar la iniciativa desde los primeros minutos para hacer valer la diferencia de categoría: “Ellos le darán mucha importancia al partido porque saben que si ganan, tendrán mucha repercusión. Llegado el momento, los analizaremos en profundidad para que no nos llevemos sorpresas cuando los tengamos enfrente”.
El puesto del arquero es, a diferencia de los otros, más exigente en cuanto a la competencia. Uno ataja y su suplente debe aguardar por su chance con la certeza de que los entrenamientos son su gran chance para destacarse. Así vivió su carrera Rigamonti desde que irrumpió en la Primera de Belgrano en 2007. Ubicado a la sombra de Juan Carlos Olave, tuvo continuidad en Sportivo Belgrano, pero cuando Matías Almeyda lo pidió para Banfield cuando buscaba un reemplazo para el lesionado Enrique Bologna, una fractura en sus manos echó por tierra la oportunidad por la que había esperado desde hacía mucho. La vuelta del referente del Taladro obligó al cordobés a tomar la decisión de marcharse: “Me fui porque si bien había hablado con Matías, sabía que una vez que Enrique volviera, yo no sería titular. Uno debe hacer lo posible por jugar y yo busco eso permanentemente. Siempre la peleé de atrás y por eso disfruto al máximo de atajar con Sarmiento en Primera”.
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