A los 20 años, Valentín Viola realizó el despegue que necesita todo jugador cuando llega a su etapa profesional. El delantero encontró su lugar en Racing con la llegada de Luis Zubeldía y se consolidó como titular. Además, mejoró su performance goleadora, ya que convirtió tres tantos en los diez partidos que dirigió el nuevo entrenador, incluido el del último 1-1 ante Colón de Santa Fe. Sin embargo, el juvenil todavía tiene una cuenta pendiente: conseguir un título. Ahora le llegó la gran chance en la Copa Argentina, certamen en el que la Academia enfrentará a Boca en la final (en el estadio Del Bicentenario de San Juan).

“Ganar la Copa sería una consagración”, resaltó Viola, que participó de los últimos cuatro partidos que jugó su equipo en la competencia. Si bien no anotó tantos en los respectivos encuentros, se sacó la “mufa” en la decisiva serie de penales ante River por la Semifinal. En comunión con el pensamiento general del grupo, el atacante siempre le había dado valor al certamen nacional en sus declaraciones. “De entrada le dimos la importancia que se merecía”, había expresado.

La realidad de Racing en el torneo local dista bastante de lo sucedido en la Copa Argentina. Rendimientos irregulares en los distintos partidos generaron que no pueda meterse ni siquiera entre los diez primeros lugares del torneo (ocupa la 14° posición con 19 puntos), muy lejos de las aspiraciones iniciales de conseguir el título. Una cabal muestra de este presente fue el último encuentro ante Colón, en el que la Academia perdió dos puntos sobre el final debido a un descuido defensivo que permitió el tanto de Federico Higuaín. Por este motivo, a Valentín se le aplacó la alegría por el tanto convertido, que había servido para abrir el marcador: “Es un empate que sabe a derrota. Tuvimos varias posibilidades para cerrarlo pero no pudimos”.