Los presidentes de clubes deben contemplar distintos objetivos en cada temporada: generar el menor pasivo posible, lograr un equilibrio entre ventas y compras de jugadores, ocuparse de las distintas áreas de la institución, y demás. De todas maneras, el sueño máximo siempre está relacionado con los títulos, sobre todo en los equipos más importantes del país. Este es el caso de San Lorenzo, que si bien lidia con evitar el descenso a la segunda categoría, aspira a quedarse con la Copa Argentina, un certamen que lo encuentra en la etapa de Cuartos de Final.

Así lo expresó Carlos Abdo, presidente del club de Boedo: “La Copa es un objetivo grande porque clasificamos a la Copa Sudamericana, y además nos deja un rédito económico importante”. El equipo dirigido por Ricardo Caruso Lombardi eliminó a Villa Dálmine, Chacarita y Barracas Central para clasificar a esta fase, donde reeditará el antiguo clásico con River que todavía no se disputó oficialmente en esta temporada.

La creación del certamen federal para esta temporada generó opiniones positivas en distintos ámbitos. A estas se sumó Abdo, quien sostuvo: “Es un campeonato que gusta, porque da la posibilidad de que intervengan los equipos de distintas categorías y jueguen entre sí. De hecho, hasta el momento nosotros enfrentamos a tres conjuntos que están en el Ascenso y se armaron partidos emotivos. Este hecho favorece al fútbol”.

A partir de la próxima edición de la Copa Argentina, el campeón logrará la clasificación a la Libertadores en lugar de la Sudamericana. El empresario, nacido en Lambaré (Paraguay), vio el cambio como positivo: “Las chances de clasificación a la Libertadores son muy complicadas en el torneo local, así que el certamen federal pasaría a transformarse en una oportunidad única”.