Es clásico hablar de Tigre y asociar el apellido Martínez con el incansable volante central que es ídolo y palabra autorizada en la institución. El Román de Victoria se ganó el cariño de la gente y sembró raíces para que un familiar suyo llegara al club tras una dilatada carrera por el Ascenso y se asentara como quien lo hace en un lugar al que parece haber pertenecido durante toda su vida.

Nicolás Martínez tiene 27 años, es de Hurlingham y juega como lateral o volante por izquierda. Se inició en Morón, pasó por Acasusso, tuvo su etapa en Flandria, y desde 2011 busca su lugar en Tigre: “Me recomendó mi hermano. Siempre me trataron bien, como uno más. Por ser familiar de un referente del equipo no iba a pedir privilegios ni nada por el estilo”.

A cada rato, ruega por que no hayan comparaciones, aunque las mismas surgen por decantación: “Él siempre fue más técnico, y yo más aguerrido. Siempre fuimos de agarrarnos durante los partidos que jugábamos cuando éramos más chicos. Por suerte, todo quedaba ahí y después nos amigábamos”.

Pasadas las líneas que hacen referencia a las comparaciones con Román, es momento de hablar del protagonista de la nota. “Llegué a Tigre el año pasado y todavía no tuve muchas oportunidades. Arruabarrena me dice que todos tenemos que estar atentos porque en cualquier momento llega la hora de jugar. Mi chance llegó en la Copa Argentina”.

Él mismo se refirió al torneo que nos concierne, y es tiempo de hablar de ello: “Este certamen me está haciendo muy bien. Nos da dinero y chances a los que no tenemos minutos en el Clausura. Está muy bueno”.

Como para que el técnico vea que tiene una variante confiable sobre el carril izquierdo, Martínez tuvo la oportunidad de ser titular en el encuentro de 16avos. de final ante Gimnasia y Esgrima La Plata, y resultó clave para la clasificación del equipo. Anotó el penal que sentenció la serie de penales y tuvo una alegría que esperaba hace mucho tiempo: “Fue un gran desahogo para mí. Jugué bien y volví a estar desde el inicio contra Argentinos Juniors, por los Octavos de Final. Es lindo entrenarte sabiendo que en algún momento me va a tocar jugar a mí. La Copa Argentina me vino bárbaro”. Sobre el próximo rival del Matador en la competencia, Nicolás afirmó: “Merlo es un equipo muy duro y luchador. Tiene jugadores de experiencia y sabe lo que quiere. Ojalá pueda seguir estando”.

A pocos años de los 30, el zurdo tiene un único objetivo: “Quiero que Tigre siga en Primera y afianzarme como titular. Sé que tengo condiciones para hacerlo”. Ante las consultas sobre un modelo a seguir, afirmó: “Me encanta Gareth Bale, del Tottenham. Busco copiarle sus movimientos porque es un crack”.